El adultocentrismo es una forma de discriminación social que se basa en la idea de que los adultos son superiores a niños, niñas y adolescentes; supeditando sus derechos a los de las personas adultas. Esto puede manifestarse de muchas maneras, como en la negación de la voz, opinión, o mostrando un desinterés total por comprender sus verdaderas necesidades emocionales, mentales y físicas. Llevando, a su vez, al maltrato psicológico y físico normalizado de niños, niñas y adolescentes.